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CONCLUSIONES

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Esta investigación tiene como finalidad evidenciar el trabajo creativo del estudiante Simón Hernández durante su paso por el semillero de dramaturgia SIDRA por medio de la sistematización de las guías metodológicas y análisis de las obras creadas por el estudiante en diferentes etapas. Permitiendo así demostrar cómo la dramaturgia puede ser entendida como una práctica artística, política y testimonial, convirtiéndose en un instrumento potente para resignificar experiencias íntimas, colectivas y de resistencia. En los tres capítulos anteriores se tocan los temas: lo íntimo y lo familiar, lo social y lo colectivo, la identidad y la transición, consolidando así una dramaturgia que cruza lo personal con lo político, dando paso a la representación de voces
normalmente silenciadas.


En el capítulo “El encierro”, se construye un texto dramático basado en la dramaturgia testimonial y la autoficción, mostrando cómo el ejercicio de la memoria íntima y familiar, en diálogo con el concepto de Biodrama, posibilita la creación escénica donde se articula lo cotidiano y lo ficcional desde el yo,
creando una dramaturgia que emerge de la memoria y la vivencia propia como archivo emocional. La creación de Como todos estos años demuestra cómo las historias íntimas, al ser transformadas en narrativa dramatúrgica, adquieren un valor universal que conecta lo personal con lo colectivo. El uso de la memoria como punto de partida, junto con herramientas como el Biodrama y la autoficción, permite explorar no sólo las vivencias del autor, sino también reflexionar sobre los efectos de la pandemia, las dinámicas familiares y el impacto de la tecnología en la vida cotidiana. El texto subraya la importancia de valorar las experiencias cotidianas como material creativo y cómo, a través de la escritura, estas pueden ser resignificadas en relatos con potencial artístico, emocional y social. Esta obra no solo honra las memorias familiares del dramaturgo, sino que invita al lector-espectador a reflexionar sobre su propia relación con el pasado, la familia y el futuro.

 

En “El estallido social”, la dramaturgia del acontecimiento entra en juego con el dispositivo “Tendedero al Paro” que se consolidó como una herramienta metodológica y dinámica para recolectar y retratar las memorias traumáticas sucedidas durante el Paro Nacional de 2021. El capítulo aborda cómo el Paro Nacional inspiró una profunda reflexión y un proceso creativo que buscaba preservar la memoria colectiva de este acontecimiento histórico. A través del arte y dispositivos participativos como el Tendedero al Paro se recopilaron testimonios, emociones y experiencias de quienes participaron en la resistencia, convirtiendo estos relatos en un archivo vivo que refleja tanto el dolor como la esperanza de una sociedad en transformación. El trabajo realizado evidencia cómo el arte y la dramaturgia pueden ser herramientas poderosas para canalizar el trauma colectivo, dar voz a les silenciades y resignificar el espacio público como un lugar de resistencia y encuentro comunitario. Además, este enfoque fomenta la construcción de una memoria plural, que confronta las narrativas hegemónicas, y promueve un entendimiento crítico de la historia reciente. Estas memorias nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la creación artística como un acto de resistencia, sanación y construcción de identidad colectiva en medio del conflicto social.


En el capítulo “Cruzando la disforia”, la exploración identitaria y la combinación con una postura filosófica permitió la creación de un espacio para reflexionar cómo se crea sobre las identidades trans y no binarias. La escritura se propuso como un ejercicio de reconocimiento identitario y de resistencia ante el cis-tema y cómo simbólicamente se lucha en su contra poniendo en el centro de la conversación a las cuerpas trans y disidentes. Este capítulo puede ser considerado la etapa más potente de creación de Hernández, no solo por la carga política que contiene, sino también, porque pone en evidencia cómo la dramaturgia se convierte en una herramienta para el autoconocimiento, la afirmación identitaria e impulsa la representación de sujetes históricamente silenciades en los escenarios. La dramaturgia cuir en este capítulo toma especial importancia porque sustenta una transición simbólica entre un yo dramático y un yo político, jugando con las múltiples posibilidades de versiones de sí mismo, convirtiendo la escena en un espejo donde las idas en tránsito pueden mirarse, encontrarse y reconocerse. En la obra “No Pares de Bailar” se abre la discusión compleja entre la culpa, el deseo, la libertad, la disidencia y las ganas de entrar en paz consigo mismo. Cimentando en conjunto con Eskirla y el Colectivo MOR una dramaturgia que nace del afecto y los cuidados colectivos, cruzando la escena como un acto de reafirmación política y creativa.

 

Por otro lado, quedan los aportes metodológicos: la sistematización del proceso formativo en el semillero SIDRA evidencia una diversidad de ejercicios de creación que actúan como dispositivos pedagógicos para provocar la
composición dramatúrgica. Estos ejercicios metodológicos son herramientas replicables en procesos pedagógicos, comunitarios y de creación artística. El semillero en esta investigación se configura como un espacio horizontal, colaborativo y experimental donde la creación dramatúrgica es mediada por el juego, permitiendo la retroalimentación entre pares, enriqueciendo los procesos individuales de cada estudiante. En síntesis, esta investigación-creación reconoce a la dramaturgia como un campo en permanente expansión que
permite narrar desde los márgenes, activar procesos de memoria y proponer nuevas formas de habitar el mundo desde la escritura, la escena y la colectividad.

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